Sonoros saludos a tod@s!!!
La bobina sonora: Discúlpeme… usted se llama Daniel de Zayas y se dedica dentro del mundo del cine exactamente a…
Dani de Zayas: Registrar, lo mejor posible, el sonido, ya sea: el diálogo, las acciones de las secuencias o todo el material que considere que pueda ser valioso para el montador de sonido.
El caballero que me contesta a esta «despistada» pregunta se llama Daniel de Zayas, conocido en la profesión como Dani de Zayas. Ganador de un Goya en 2009 por la expléndida y sorpresiva -Tres días-, y varias decenas de rodajes a sus espaldas desde 1998. Dani de Zayas se encuentra dentro del top 5 en sonido directo para cine de nuestro país.
El trabajo de Dani y su microfonista va más allá de la conceptualidad y la visión narrativas de la post-producción. Todo su trabajo está frecuentemente obligado a una cierta improvisación e inmediatez; adaptándose a los diferentes ritmos de trabajo de los variados directores con los que rueda, y siempre peleando -en el buen sentido- con los demás departamentos para obtener la mayoría de las veces un «gran sonido imposible». Por ello para la bobina sonora es un honor trasladaos, en exclusiva, las reflexiones y opiniones de este gran ARTISTA llamado Dani de Zayas.
Comenzamos….
LBS: Como prefieres que te llamen: sonidista, jefe de sonido o…-el del sonido directo-…
DZ: No tengo ninguna preferencia. Cuando he rodado en países de habla portuguesa me han llamado ¡“Sonoplasta”!, cosa que me ha hecho mucha gracia. En España no lo comento mucho, no vaya a ser que alguien lo use en mi contra.
LBS: Más de una década de profesión, varias decenas de películas. Y un Goya en 2009, por el magnífico trabajo sonoro en –Tres días-. Ha cambiado en algo, o ha evolucionado de alguna manera el roll del sonidista en el mundo del cine?
DZ: Una cosa que creo que hemos conseguido los técnicos de sonido ha sido hacerle entender al resto de los departamentos que necesitamos su colaboración. Necesitamos que los chicos de producción y dirección ayuden a silenciar las localizaciones; del departamento de vestuario necesitamos que sus prendas sean lo menos ruidosas posible; de nuestros compañeros de peluquería, quizás que nos escondan un micrófono en el pelo de la actriz, etc. Creo que somos unos de los departamentos más dependientes de los demás. Mi sonido será mejor sonido si hay un buen clima de colaboración entre departamentos. Esto no es tan fácil como parece: todos los departamentos ya tienen bastante trabajo y poco tiempo como para ser sobrecargados por sonido.
LBS: Como fueron sus inicios allá por los finales de los 9O; unos años en los que se empezaba a dar un salto tecnológico, y también técnico, bastante importante en materia de sonido directo para cine?
DZ: Mi circulo más cercano de amigos estaba en la primera promoción de la Facultad de Comunicación de Sevilla y ya desde el principio empezamos a rodar cortometrajes donde nosotros éramos lo mismo actores que técnicos. Estos cortometrajes de aficionados comenzaron a ganar premios en diversos festivales de cine y nos hizo convertirnos en la productora Letra M. En poco tiempo se gestó en nuestra ciudad toda una joven generación que se quería dedicar al cine: Chiqui Carabante, Alberto Rodríguez, Paco Baños, Ana Rosa Diego, Jesús Ponce, Santi Amodeo, Álvaro Alonso, Gervasio Iglesias, Alex Catalán, y un largo etc. La generación Cinexín. Yo ya empecé a interesarme más por el sonido. Mi formación fue completamente autodidacta. Aprendí a base de error-acierto. Cuando empezaron a ser más importantes los aciertos que los errores me surgió la primera película largometraje: Yerma (1998). Pilar Távora me dio mi primera oportunidad como microfonista. Jorge Marín fue el técnico de sonido y también fue su primera vez, ya que el venía del mundo de la música. A pesar de nuestra inexperiencia, salimos bastante airosos y sirvió para conocernos y empezar una amistad y una carrera conjunta que pervive hasta estos días. Jorge hace años se desligó del sonido directo y pasó a la postproducción de sonido, mientras yo sigo batallando en los rodajes.
LBS: Uno de los momentos claves en tu carrera fué la consecución del Goya en el 2009 por -Tres días-; Te lo esperabas ?. Cuéntanos cómo fue ese momento…
DZ: En absoluto. Entre los nominados estaba gente de lo más grande en sonido que ha habido en este país, como Ricardo Steinberg, a quien debería besarle el anillo cada vez que lo veo. Sólo cuando quedaba poco tiempo para la entrega del premio y me enteré de que Paco León lo iba a dar, me dio el pálpito: Paco es buen amigo y me dio la sensación de que todo empezaba a cuadrar. Recuerdo que a mi novia le estaba apretando demasiado la mano mientras leían las distintas candidaturas. Ahora me da pena no haber disfrutado de ese momento porque realmente los nervios no me lo hicieron pasar demasiado bien. Recuerdo que en una entrevista que me hicieron a posteriori el titular sacado de mis palabras fué: “Si se pasa así de mal ganando, cómo será perder” Tres días fué una película muy dura de rodar. Las localizaciones eran un infierno, muchos planos y poco tiempo. Me reconforta que tanto esfuerzo fuera tan bien recompensado.
LBS: Sin duda tu carrera ha estado bastante ligado a la evolución de la productora La Zanfoña films -sin obviar otros trabajos no menos importantes-; y por consiguiente al creativo director Alberto Rodríguez -7 vírgenes, After, Grupo 7- . Cómo es; y qué te exige Alberto en sus rodajes…?
DZ: Gervasio Iglesias (y su productora L Z) era de esa generación Cinexín, si bien era de los que más bagaje tenía porque provenía de TVE. Hasta la fecha, Gervasio me ha confiado el sonido de todas sus producciones y por en medio ha surgido una buena amistad. Me gusta mucho su olfato para elegir los proyectos y su entusiasmo produciéndolos. Es un entusiasmo que realmente es contagioso. Con respecto a Alberto Rodríguez, voy a decir algo que poca gente sabe: Alberto y yo, con 12 años, jugábamos rodando, con una cámara de super 8, animaciones con dinosaurios. Casi le quitamos la idea a Spielberg. Seguramente me dedico a esto por su culpa. Con él y junto a Ana Rosa Diego, Paco Baños y Álvaro Alonso nos inventamos la productora Letra M. Trabajar con Alberto junto a su mano derecha, Álex Catalán, es como si te sueltan solo por la selva y tienes que rescatar a un grupo de compañeros tuyos hechos prisioneros por paramilitares. Alberto tiene una cabeza que va a mil por hora y es muy exigente. Veo mucho cine español y puedo decir que este país casi nadie está a su altura rodando. No hay que ser un lumbreras para darse cuenta, viendo cualquier película de Alberto, el gran nivel que tiene a la hora de planificar, de realizar y dirigir. Como espectador es una verdadera delicia saborear este trabajo. Pero a la hora de desempeñarlo como técnico, es otra cosa. En las primeras películas, mi falta de experiencia me hacía sufrir mucho en el trabajo diario. Ahora se lo agradezco porque ha sido mi mejor profesor de sonido.
LBS: De todos es conocido el arriesgado planteamiento de Alberto Rodríguez basado en la continua variación dinámica de los planos y la vivacidad en desarrollo de la historia, lo cuál, como decías anteriormente influye en la dinámica del rodaje. Qué grado de dificultad representa ese tipo de dirección para un sonidista?
DZ: Toda. Por ejemplo hace una cosa que pocos directores españoles hacen. Si la secuencia tiene planos cortos, Alberto siempre empieza por ellos. Esto que parece una tontería, hace que la interpretación gane, pero, por el contrario, hace más compleja la técnica. Porque nunca sabes con qué tipos de planos vas a cerrar la secuencia. Y al final tendrás muy poco tiempo para improvisar sobre cualquier dificultad de tipo técnico. Sus películas son ágiles y el ritmo de rodaje también lo es. No le gusta que ningún departamento le haga romper ese ritmo de rodaje por lo que tienes que estar muy concentrado e ir a 100 por hora todo el rato. Intento grabar los ambientes a la vez prácticamente que el rodaje para no romper ese ritmo. Cada vez que termino un rodaje con Alberto pierdo unos 5 o 6 kilos, cosa que se agradece.
LBS: Sientes que tu trabajo aporta solo un aspecto técnico al rodaje o piensas que de algún modo puedes también contribuir de una manera especial al mismo.
DZ: El cine era mi gran afición incluso antes de saber a qué me iba a dedicar en la vida. Y eso no tiene nada que ver con la técnica. Recuerdo que mi padre en vez de leerme cuentos me contaba, para dormirme, películas que él podía ver y yo no. Incluso me contó la película de Poltergeist. Por supuesto que no dormí nada esa noche. Lo que quiero decir es que amo el cine, no a la técnica, y en los rodajes intento ayudar todo lo que puedo para el buen fin de la película. Por supuesto, depende también del grado de implicación que el director te deje desarrollar en su proyecto.
LBS: Con que género cinematográfico te encuentras más cómodo?.
DZ: En las películas de ficción, me gustan las intimistas, en las que me siento muy cómodo porque el diálogo suele serlo todo. Con las películas musicales me lo paso muy bien: me encanta la música y siempre he querido ser músico, aunque, para mi desgracia, no he sido muy dotado… Pero donde de verdad disfruto es con los documentales. He sido muy afortunado rodando maravillosos documentales y me han aportado muchísimas vivencias maravillosas. El último documental que me ha dado muchas satisfacciones ha sido -María y yo-, de Félix Fernández de Castro y producida por Bausan Films, que estuvo nominada a los Goya en la pasada edición. Siempre he bromeado diciendo que las películas me dan canas y los documentales me las quitan. Al día de hoy, tengo pocas canas, por lo que va bien la cosa.
LBS: Crees que los nuevos directores respetan más el plano sonoro a la hora de filmar o por el contrario se sigue manteniendo una cierta despreocupación e indolencia hacia éste, dejándolo todo en manos de la post-producción?
DZ: En toda mi carrera me he encontrado de todo. Rara vez un director te hace partícipe en la planificación de las secuencias, así que, cuando te encuentras con un director que te da tu sitio en el rodaje y la debida importancia, el trabajo se convierte en un verdadero placer. Santi Amodeo y Álvaro Begines son un buen ejemplo de esto. Ambos son músicos y pienso que esto hace que le den su importancia al sonido directo. También me llevo muchas gratificaciones trabajando con directoras, las cuales, no sé por qué, también suelen prestar bastante atención al sonido directo.
En cualquier caso, me temo que la reducción de jornadas de rodaje por culpa de los presupuestos va a empeorarlo todo. En resumidas cuentas, creo que el sonido directo sigue siendo la cenicienta de la producción.
LBS: Como es tu relación con el director antes del comienzo del rodaje, hacéis reuniones previas dedicadas al sonido, o son solo conversaciones superficiales con unas pautas primarias…?
DZ: Depende de la complejidad del proyecto. Normalmente los técnicos de sonido somos de los últimos que nos incorporamos a la pre-producción, y a esas alturas, el director está en una espiral de trabajo que difícilmente puede prestarte mucho de su tiempo. Yo intento, por lo menos, que me conteste en privado las dudas generales que tengo después de leer el guión y entenderle las pautas que él quiere imponer en el trabajo del día a día. Luego, en la lectura de guión, y ya conociendo las localizaciones, me pongo más puntilloso para que haya las menos indecisiones posibles en el rodaje. Esto es matemático. Todo el tiempo que le dediques a la preproducción es tiempo que ganas al rodaje. Parece una obviedad, pero hay productores que no se enteran de esto y se dedican a quitar jornadas de preproducción pensando que van ahorrar con ello.. cuando del todo es sabido que las jornadas de rodajes son más caras que las de pre-producción.
LBS: Y con el montador de sonido y su equipo?. Te sueles reunir con ellos en la preproducción?. Es necesaria una sinergía y sintonía sonora entre ambos equipos..?
DZ: No suelo reunirme, pero sí me gusta que tengamos algún contacto, por lo menos para que no haya problemas con el flujo de material y los protocolos.
No obstante, muchas veces se desconoce quien se va a encargar de la post-producción hasta que no se ha terminado el rodaje. En cualquier caso, la verdad es que rara vez trabajo con montadores con los que no haya coincidido antes, por lo que ya, más o menos, sé lo que quiere cada montador de mí.
LBS: Existe una figura bastante -a mi parecer- menospreciada por todos los miembros del rodaje, pero que constituye un eslabón básico en la cadena sonora, como es la del microfonista. Opinas lo mismo?. Como es tu relación con él?.
DZ: Cuando me dieron el Goya, al primero que le agradecí el premio fue a mi microfonista y socio Álvaro Silva. Se me olvidó nombrar a mi familia y a mi novia, así que imagínate si es importante para mi trabajo la figura del microfonista. Es esencial. Cuando en alguna película me imponen a un microfonista, no saben los productores lo que están arriesgando con ello. Los productores piensan que firmando yo el sonido de la película ya les estoy asegurando un nivel de calidad óptimo. Y yo no soy nadie sin un microfonista que sepa hacer su trabajo.
Yo comencé como microfonista en este departamento y sé que si el micro no está donde tiene que estar cualquier esfuerzo va a ser inútil. Ojo, también quiero reivindicar desde aquí a todas las personas de producción y de dirección que consiguen silenciarme el set. Es un trabajo muy ingrato parar tráfico, parar al señor de la radial, callar a los niños que salen del colegio, etc Una vez, incluso, rodando Astronautas, me callaron a hooligans escoceses borrachos que estaban festejando la final de la copa de Europa justo debajo de la terraza donde estábamos rodando. Esta gente de producción y de dirección sí que se merecen un Goya.
LBS: Hace un tiempo realicé un análisis de la película –After-, en la cúal fuistes el responsable de sonido directo. En ella hablaba de los mundos sonoros independientes de cada uno de los personajes. En cada uno de ellos el color y la textura de las voces, de los diálogos, están perfectamente integrados en cada una de las atmósferas que propone la Historia, ya sean interiores o exteriores… Como afrontaste el sonido directo en esa producción?, es magnífico..
DZ: Para mí lo más importante era, por un lado, conseguir ese grado de intimidad que requerían los personajes cuando nos centrábamos en sus vidas particulares. Y por otro lado, que creo que fue de lo más complejo, conseguir que me creyera que los personajes estaban dialogando en discotecas y fiestas con la música a todo trapo. Esto, que parece algo nimio, me tiene obsesionado desde hace mucho tiempo. En las películas españolas cada vez que un personaje habla en un bar o en una discoteca, los personajes dialogan como si estuvieran en el dormitorio de su casa. Y me irrita mucho. Aquí fue fundamental el apoyo de Alberto Rodríguez, que estaba completamente de acuerdo conmigo. Cuando estás rodando estas secuencias y se quedan los actores sin música interpretando a gritos no es fácil encontrar las sutilezas y las intenciones en las interpretaciones. Por suerte, los actores son de lo mejor que tenemos en España. También el maravilloso trabajo de Pelayo Gutiérrez y su equipo de post-producción de sonido hicieron crecer todo exponencialmente. Estoy muy satisfecho y orgulloso con el resultado final.
LBS: A propósito de los mundos interiores de -After-, un lector, profesional del medio, está interesado en saber que microfonía utilizaste en esta producción, en sobremanera en las localizaciones interiores y escenas de oficina…
DZ: Trabajé con el km 140 y, a veces, si eran interiores más brillantes, el km 150 de Neumann.
LBS: Hablemos un poco tecnología. Que equipo sueles utilizar habitualmente cuando se trata de una largometraje?
DZ: Bueno se puede decir que intento adecuarme a cada proyecto. Ya en -Tres Días- di el salto al multipistas X-Cantar de Aaton y eso me cambió la forma de planificarme el trabajo. Como he dicho antes, también depende del montador de sonido que va a trabajar con el material. Hay montadores que no quieren trabajar con muchas pistas y otros, tipo Pelayo Gutiérrez, que le encanta que le des cuantas más opciones mejor. Por desgracia, las rebajas también han llegado a la post-producción y también están con poco tiempo para resolver, por lo que se agradece todo lo que le facilites el trabajo a los compañeros. Trabajo con micrófonos de medio cañón habitualmente en exteriores tipo Neumann KMR 81 I, y en interiores ya depende mucho de las características de los espacios. Me gustan mucho los modulares del Neumann km 100 y el Schoeps CMC 6u. En inalámbricos, casi siempre uso los Audiolimited rms 2040, con cápsulas Sanken.
LBS: Cual es el integrante de tu equipo material sin el cual podrías vivir?
DZ: Desde que probé el multipistas de Aaton, estoy encantado. Me costaría una barbaridad volver atrás a grabar en las dos pistas del DAT, la verdad.
LBS: Que importancia le das a los Wildtracks en el rodaje?
DZ: Yo, personalmente, toda. Lo malo es cuando la importancia no se la da el ayudante de dirección y no te deja hacerlo en su momento. En el caso de wildtrack de diálogo, si no la haces justo en caliente después de rodar el plano, el actor ya está a por uvas, y ni tiene la intención ni la concentración. Y ya cualquier esfuerzo es en vano. Y es una pena, porque el wildtrack es una herramienta magnífica para el montador de sonido. Es más, yo diría que es clave.
LBS: Algún truco o técnica que utilizas en los rodajes, y que quieras compartir con nosotros…?
DZ: Un truco que uso, que no es técnico sino más bien psicológico, es ponerle los auriculares a alguien del equipo que necesito ganarme para que me ayude a poder hacer bien mi trabajo. Me encanta la cara que ponen de.. “¿todo eso se escucha?”. A partir de ahí se implican muchísimo contigo. Un consejo que doy es no dejar la grabación de los ambientes para el final porque corres el riesgo de que no te valgan.
LBS: Recientemente has terminado el rodaje de -Juan de los Muertos-, y -Grupo 7-. Como ha ido la experiencia en ambos?.
DZ: -Juan de los muertos- ha sido un rodaje durísimo en lo referente al sonido y una experiencia humana maravillosa. Lo que quiero decir es que rodar una película donde La Habana se tiene que silenciar completamente es una tarea imposible. Las motos suenan como tractores, los coches como camiones, los camiones como carros de combate, etc. Menos mal que el equipo era gente maravillosa empezando por los productores y acabando por un figurante que, además, hacía de ayudante de todos los departamentos y por las noches dormía en la calle porque era un sin techo. El ímpetu del equipo me recordaba a los inicios de la generación de Cinexín, donde todo eran ganas, creatividad y muchas dificultades. Una vez que he visto la película terminada, me quedo con un buen sabor de boca. Se ha hecho un muy buen trabajo de post-producción de sonido y Alejandro Brugués, su director, tiene mucho talento.
-Grupo 7- ha sido una pasada de rodaje. Ha sido la película de más acción que he hecho y nos hemos dejado la piel para dar lo mejor de cada uno. Estuve por los estudios de La Bocina Sonido viendo el curso de la post-producción y el resultado ha sido fantástico. Estoy deseando ver su repercusión.
La última película en la que he trabajado ha sido Ali, de Paco Baños. Resulta que es el tercer largometraje de nuestra productora Letra M y estamos muy contentos con ella. Es una película muy Indi y su sonido ha querido ayudar a esa atmósfera inventada por Paco Baños y su co-guionista, Rafael Cobos.
LBS: Por último. Dani, que futuro le espera a la profesión de sonidista….?
DZ: Me preocupa más ahora el cine español en general, la verdad. Me temo que vienen malos tiempos. Ya no sólo por las dificultades económicas que estamos pasando en general, sino por el negativo estado de opinión acerca del cine español que desde algunos medios se intenta instaurar en nuestra sociedad. Todo ello resulta paradójico, sobre todo si nos paramos a pensar que nuestro cine nunca ha gozado de mayor prestigio más allá de nuestras fronteras.
LBS: Dani.. desde la bobina sonora te estaremos siempre agradecidos por tu atención y la generosidad en tus respuestas. Muchas suerte para tus próximos rodajes, los cuales seguiremos con mucha atención….
DZ: Un “sonoro” abrazo y… ¡mucha fuerza para seguir en la lucha!
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Muuy buena!! pedazo de profesionales, tanto el que entrevista como el entrevistado!!
Muchas Gracias!!!. Pero el mérito, siempre es del artista entrevistado.
Como primo de Dani que soy, tengo que decir que su profesionalidad anda muy reñida con su buen corazón. Es una de las mejore que conozco. Un abrazo, Dani.
Muchas gracias, es muy interesante poder leer este tipo de entrevistas. Tienen buena onda y no les falta nada en cuanto a lo técnico.
Saludos y espero que haya más!
Gracias a ti por interesarte. Poco a poco iremos subiendo más reportajes y entrevistas. Saludos!!
Una pasada de entrevista para los que nos intentanos dedicar a esto también, y para cualquiera que esté en el medio.
Muchas gracias Óscar y Dani por estas aportaciones tanto técnicas como humanas de vuestras experiencias sonoras!
Muchas gracias compañero Juán!! A ver si entre todos logramos dar más a conocer este maravilloso arte al gran público. Saludos!!
Muy buena entrevista. Felicidades. Mi apoyo a Dani de parte de otro técnico de sonido.