Entrevistamos al Montador/diseñador de sonido Carlos García.

Sonoros saludos a tod@s!!!

¿Quién dijo que el mundo profesional sonoro latinoamericano no estaba presente en nuestra industria a través de sus profesionales?. La respuesta a esta pregunta la encontramos en el nombre del Montador/diseñador de sonido colombiano, Carlos García. Fuertemente vinculado a nuestro país durante los últimos años, desarrollando y aportando su creatividad y arte sonoro en numerosas producciones para cine y tv.

Carlos García ya lleva a sus espaldas más de 10 años de sonora carrera cinematográfica desde que en su infancia descubriese una pasión por la ciencia ficción, la literatura fantástica y la música. Pasiones que le llevarían, como el mismo dice… «a través de unas felices casualidades», al mundo de la creación de mundos sonoros para el séptimo arte.

Sin duda una extensa entrevista, muy especial, donde las respuestas de Carlos nos llevarán a nuevas e interesantes reflexiones y opiniones sobre este maravilloso arte de la creación de mundos sonoros para cine.

El montador/diseñador de sonido Carlos García.

Agradecemos especialmente a Carlos García el tiempo dedicado a -LaBobinaSonora- para la realización de esta entrevista.

CARLOS GARCÍA / IMDB

Comenzamos…..

LaBobinaSonora: Desde finales de la década de los 90 vienes forjándote ya una sólida carrera dentro de la creación de mundos sonoros para cine, primero en Latinoamérica fogueándote en el maravilloso mundo del cortometraje y en el creativo arte del documental, y a posteriori, ya desarrollando tu trabajo en España. ¿Cómo fueron tus comienzos Carlos, por que te decidiste por este maravilloso arte del sonido para cine?.

CG: Oscar antes que nada te agradezco y felicito por crear este espacio tan interesante y necesario en el mundo sonoro hispanohablante…llegué al sonido por una cantidad de casualidades felices como diría el maestro García Márquez. De pequeño viví obsesionado con extraterrestres, ovnis, fantasmas… quería tener contacto con los entes aquellos que se manifestaban en sueños, en las pantallas de las pelis, en las novelas de ciencia ficción soviéticas. Esta búsqueda de “cosas raras” me llevó a la radioafición, a tener muchos radioteléfonos enlazados, algunos con señal, otros con esa estática tan bonita de la onda corta, el tejado de casa durante muchos años fue un monumento al aluminio. De la radioafición salté a tener una estación de radio potente en banda comercial, esta radio cumplió su cometido como pequeña revolución personal y social, ya que todo esto ocurrió en aquella Colombia convulsa de finales de los 80 y 90.

A todo este mundo loco debo sumar la música, una actividad que siempre estuvo presente desde pequeño. Incluso antes de decidirme por el cine quise seguir la carrera de músico a nivel profesional…creo que es una deuda pendiente conmigo mismo …lo de retomar la música en algún momento….

Y bien.. llegó la universidad, estudié dirección y producción de cine, tras graduarme trabajé como productor en la tv pública un par de años, pero la verdad me sentía “como un caballo en un balcón”, así que abandoné todo aquello. Fui aceptado en la cátedra de sonido de la escuela internacional de cine y tv de San Antonio de los Baños (Cuba) lugar donde pensé que me iba a encontrar sobretodo con “la composición de música para la imagen”… pero ocurrió todo lo contrario  conocí y fui alumno del gran maestro  Jerónimo Labrada (Jefe de Cátedra de la escuela) quien fue el primero en mostrarme las posibilidades del sonido en el cine y de todo el potencial artistico y narrativo de este arte, además de inculcarme el cariño por este modo de vida. Después vinieron grandes maestros como Patrick Ghislain, Michel Fanó, Martin Steyer. Experiencias muy necesarias y enriquecedoras como el postgrado en sonido que realicé en la Escuela de artes y medios de Köln… y ya en mi etapa en el mundo laboral el ingreso a Cinemar films. Empresa donde trabajé por 4 años y a la que agradezco muchísimo lo que soy en este momento como profesional y como persona. Cuando llegué al estudio había muchas cosas por hacer y fue la confianza y apoyo de un gran profesional y amigo, Diego Staub, y de una mujer con una voluntad y empuje tremendos ,Dolores Ben Pena, que hicieron caso a mis locuras y nos metimos en la cabeza ofrecer unos servicios con los que no se contaba en aquel momento en la zona norte, en una autonomía como la Gallega que empezaba a destacar como tercer foco de producción de la cinematografía Española. Después de sentir que teníamos algo digno y potente a nivel técnico y artístico empezamos a ofrecerlo al resto de España y el mundo. De todo este proceso salieron la  sala de foley, el montaje y diseño de sonido para pelis, el seguimiento y asesoría en general a procesos técnicos y en la última étapa el sonido directo. Cinemar es y ha sido para mi un importante laboratorio de creación y experimentación en todos los sentidos además de ser un sitio donde cada vez que vuelvo me siento como en casa por las instalaciones y la gente.

Actualmente trabajo como freelance, hemos montado una productora para mover proyectos propios y ajenos… y estamos en versión beta de una especie de red de sonidistas con representación en varios lugares del mundo donde trabajar los procesos simultáneamente bajo la dirección de un director de sonido escogido para el proyecto, con este sistema llevamos 3 pelis este año, “Amores peligrosos”, “Edificio Royal” “Atlantic Produce Togo” 2 cortos… y bueno estamos ahí en la charla de otros mas. Esta nueva faceta me tiene un poco de ciudadano del mundo… un poco Latinoamérica, un poco España, Dinamarca, etc…

LBS: ¿Cómo ha sido la evolución de Carlos García desde finales de los 90 hasta el día de hoy?

CG: Como te contaba estoy en el cine por que me gusta contar historias, tal vez lo que mas ha cambiado en mi a lo largo de 10 años es que soy mas critico y evalúo mas el tipo de proyectos en los que me involucro (siempre que se pueda). Soy mas consciente de lo que monto, diseño o grabo y su finalidad dentro de la película. Antes me fascinaban los cientos de pistas que podían resultar de un montaje que hacía, ahora siento que podemos tener 200 pistas en una sesión y no estar contando absolutamente nada, que la espectacularidad a veces resulta ser mas cosmética que narrativa, y que bueno a todo lo que montemos, diseñemos y creemos de manera mecánica y efímera le va a caer el polvo con una facilidad y velocidad tremendas. … esto además con el cambio en el modelo de trabajo (menos tiempos de mezcla, que debes montar-premezclar o casi mezclar durante el montaje, que el directo te lo mandan muchas veces modulado y limitado como para tv por que el productor así lo ha exigido al sonidista, etc) me ha llevado a ser mas critico y efectivo  con lo que funciona o no dentro de una construcción sonora.

Y bien, a nivel tecnológico un poco de lo mismo, he tenido la suerte de pisar el mundo analógico, palpar la película, el magnético sonoro… y vivir todo el cambio tecnológico a los formatos digitales, las controladoras, el mundo virtual. Todo esto me ha llevado a creer en la democratización de la tecnología y la maquinaría audiovisual, pero con ciertos parámetros de calidad. Es mejor tener una buena mesa de 16 canales con sus buenos previos y unas eq´s decentes, a tal vez una controladora gigantesca enganchada a 5 plug-ins muy malos. Es mejor hacer un esfuerzo y adquirir microfonía buena, un buen grabador, unos buenos previos (cosas que te durarán toda la vida) a siempre estar haciendo todo con lo mínimo y ver como “safa” o como alguien se rompe la cabeza intentando arreglar problemas en la post.

Digamos que a nivel profesional dentro del sonido he probado un bocado de cada área, mi entrada a este mundo a nivel profesional fue como microfonista por allá en el 2000, después salté a jefe de sonido directo, siempre haciendo post paralelamente y con el paso  de los años tras especializaciones formativas me he ido mas a la labor de estudio, montaje, diseño, grabación de foley…en este momento desde hace unos 3 o 4 años cada vez me proponen mas proyectos como mezclador.

LBS: ¿Algún mentor o influencia de algún profesional, en tu carrera, cuando estabas empezado?

CG: Hay grandes maestros que con su personalidad, carácter, forma de trabajar y entender las películas y el sonido en general además de influenciar han sembrado en mi la semilla de  la reflexión ética, moral, estética, narrativa entre muchas otras cosas que debemos  plantearnos al momento de asumir un proyecto audiovisual.  Debo mucho al primer maestro de sonido que tuve y quien es como mi padre en este mundo sonoro, Jerónimo Labrada, el me mostró por primera vez el fascinante mundo de la construcción sonora y sus posibilidades, desde un concepto del sonido directo hasta la mezcla, además del cariño y respeto por este estilo de vida sonoro que te comparte y enseña como maestro. Patrick Ghislain un hombre al que admiro profesional, artística y humanamente y de quien he aprendido mucho y espero seguir aprendiendo. Michel Fanó y Anthony Moore de los cuales además de aprender la base de lo a veces mal llamado diseño sonoro, aprendí que tal vez nunca lo que hacemos por una peli es suficiente.

LBS: ¿Que circunstancia, momento especial o anécdota ha podido marcar un punto de inflexión en tu carrera, bien cuando comenzabas, bien durante el desarrollo de la misma?

CG: Momentos hay muchos, tal vez una anécdota un poco dura, pero real e interesante a nivel sonoro, viene justamente de aquellos años de mi estación de radio. Un día montado en los tejados de casa, mientras ensamblaba una nueva antena, sentí una serie de silbidos en el aire, algo así como un “whoosh” hecho con un elemento fino. Años después en el estudio, buscando en una vieja librería de disparos grabados en espacios reales, descubrí que aquello que había escuchado, era el sonido de las balas cuando pasan cerca de un objeto… y bueno el objeto era yo.

LBS: El trabajar en dos entornos a primera vista diferentes como España y Latinoamérica, en concreto Colombia –corrígeme si me equivoco-, te habrá dado una visión bastante amplia y objetiva de las virtudes y defectos de cada una de los sistemas  y maneras de afrontar el trabajo dentro de la post-producción de sonido para cine.

¿Qué diferencias y similitudes hay, de una manera general, entre el modelo “Latinoamericano” y el Español, a la hora de afrontar los procesos de post-producción de sonido para cine?

CG: España a su manera ha tenido una industria cinematográfica y ha contado con la colaboración de numerosos y talentosos profesionales trabajando en producciones propias. En Latinoamérica ese nivel de industria y producción solo podría compararse históricamente en el cine Argentino, Brasilero, Cubano y en menor escala el chileno. Las demás cinematografías han sido todas una cosa casi exótica.

El modelo Latinoamericano y el Español en cierta medida se parecen en que los dos quieren sonar a Hollywood, pero con la décima parte de los recursos humanos, económicos, técnicos,  de procedimiento, tiempo, (entre otras cosas), con los que trabajan en la industria Norteamericana. Con esto no estoy diciendo que el sistema de Hollywood sea el ideal, ellos tienen un sonido muy característico, ellos han creado sus propios criterios y conceptos de sonido para una película…. ellos hacen la mayoría de las librerías que todos tenemos, ellos crean y manejan muchas de las normas, parámetros y patentes que todos usamos, ellos son los dueños directos o indirectos de muchas de las salas donde se ponen las pelis que hacemos…ellos han ido llenando casi todas las salas de mezcla de un controlador único del cual ya casi ninguna sala se puede dar el lujo de prescindir.

Mi reflexión ante esto es que tal vez nuestras cinematografías, por esquema de trabajo, por tipo de historia e incluso por idiosincrasia no deberían ya estar persiguiendo tanto este sonido Hollywood… es claro y cierto que todos necesitamos unas referencia y unas guías sólidas de las cuales partir, y ellos con su método y maquinaria ofrecen esto, pero hay otras cinematografías de un sonido muy interesante, donde cada película es un viaje sonoro distinto, donde cada efecto puesto se ha tratado de una manera muy distinta para hacer de esa película una obra única y no solo un tributo mas a la sound ideas.

Como apunte adicional a este tema siempre recuerdo los comentarios que surgen en los entornos técnico-artísticos, cuando se dice “el día en que una peli te suene como una de Hollywood hablamos” y bien es cierto, creo que ya muchas películas Europeas y latinoamericanas lo han logrado, pero insisto es un buen momento para no perder la posibilidad de un sonido propio, como cuando en la época de los buenos discos podías decir esto es un sonido británico, esto un sonido muy francés, aquel muy americano etc.

Carlos García en la sala de mezclas.

LBS: Carlos…. ¿Crees más en la especialización del trabajo dentro de una post-producción de sonido o por el contrario es mas deseable intentar trabajar en todas las áreas para poder “no equivocarse nunca” (reproduciendo palabras de Patrick Ghislain) .

CG: Creo en la especialización de alguien que conoce con cierta profundidad las distintas etapas de un oficio. Como ejemplo, antiguamente (ya no lo es tanto así) el mezclador de una película era un personaje al que se le respetaba casi como al sabio de la comunidad,  era un ser curtido por la experiencia de años escuchando cosas. Era un artista y cabeza de equipo, y se le respetaba como tal.   Dicho personaje para llegar a mezclar conocía la labor del microfonista, del tipo de micrófonos que se usaron en el rodaje, de la técnica, la grabadora, del técnico que grabó el material, del tipo de película, cámara….etc. Este sabio de la comunidad había pasado por muchas áreas de la industria sonora e incluso de la audiovisual. Toda esta experiencia hacia que este personaje supiera de lo que estaba hablando y haciendo.

Por esto digo que creo en la especialización siempre y cuando se conozcan los trabajos en las otras áreas de la profesión. Es muy habitual criticar el trabajo ajeno sin saber de forma mínima cual es la función del otro realmente. Hay mucha gente que no sabe hacer su trabajo y sencillamente culpa a los demás de su falta de conocimiento.  La formación y el trabajo en equipos es lo que te da un bagaje suficiente para conocer las especialidades, subespecialidades y sus problemas. Así mismo te da la posibilidad de conocer que hacen los demás en sus oficios y como lo hacen.

LBS: ¿Cómo afronta Carlos García el reto de una post-producción de sonido, cuales son tus principios, objetivos.. y filosofía de trabajo?

CG: Realmente cuando de contar la historia sonora se trata, necesito sufrir un poco la película, vivirla, entender que quiere, que busca, que siente el director con lo que ha filmado, tras esto tengo que meterme un poco en la piel de cada uno de los personajes,  sentir la vida como ellos la viven en la pantalla; a partir de esto hay una especie de click mágico que empieza a mostrarme las posibilidades de lo que tengo enfrente y en adelante es un proceso bien interesante,  la película termina por convertirse en una especie de hijo, una criatura que se alimenta de todo aquello que quiere de mi al principio y que en un punto indeterminado toma vida propia y es cuando empieza a pedir y sugerirme cosas ella misma.

Mi objetivo primordial con cada película es que sencillamente logres meterte en la historia y vivirla, que logres olvidarte de tecnicismos, de espectacularidades, de defectos… que toda cosa buena y mala de eso que estas escuchando y viendo te sumerja en el mundo que esa película quiere contar.

La filosofía de trabajo que he tenido desde que hago sonido es dar lo mejor y mas de lo que puedo para las películas donde trabajo,  esto algunas veces puede sonar y ser un poco extremo, pero si lo analizamos por otro lado, una película vive mas que nosotros, es una obra que se mantendrá en el tiempo para bien o para mal. El éxito o fracaso de una obra audiovisual es algo que nos incumbe plenamente.

LBS: Te podemos encontrar realizando varias labores dentro de una post-producción de sonido, como montador/diseñador, Artista de Foley, mezclador de re-grabación. ¿En que área de la post-producción de sonido te encuentras mas a gusto trabajando o crees que te define mejor como profesional?.

CG: Disfruto mucho toda la labor creativa de estudio aunque no puedo negar que también me gusta salir a rodar, sobretodo cuando son grupos de rodaje pequeños donde se construye una “familia” de rodaje, proyectos guerrilleros donde tienes que buscar mil soluciones en segundos. Los rodajes muy grandes tienen una especie de cosa militar, de reverencia y de una constante necesidad de marcar territorio que me hace perder un poco el encanto.

En los estudios y en la investigación sonora (grabación de ambientes, test de máquinas, creación de efectos, etc) me siento en un espacio muy grato. Pero es cierto que tal vez en cada proceso soy una persona distinta y pienso distinto según el tipo de trabajo, tal vez el Carlos montador no es el mismo que el diseñador, así como no soy el mismo grabando foley o mezclando una película.

Cuando tengo un proyecto como diseñador ,como te comentaba antes, necesito todo este ritual de entrar en comunión con la película y buscarle todas las opciones posibles para crear una obra única, que cuente algo, que te haga sentir cosas.

Cuando asumo un proyecto de foley entro a divertirme y lo único que espero es que quien está trabajando conmigo aporte y se divierta con lo que está haciendo, que viva los personajes, que juntos creemos una realidad de esa película, realidad que ninguna otra va a tener.

Y bueno la mezcla,  es un proceso donde me divierto pero requiere tanta concentración, velocidad y capacidad de síntesis que mientras lo estoy haciendo… me meto en una especie de dimensión paralela, donde mi mundo y entorno es la pantalla y lo que allí debe ocurrir… y el sonido se convierte en la realidad que debo construir para los personajes que habitan en aquella pantalla y fuera de ella.

Durante la post-producción de sonido de -Arrugas-.

LBS: Hablemos de técnica y tecnología. ¿Cuáles son las herramientas (tanto hardware como software) preferidas de Carlos García?

CG: El hardware y software en la mayoría de salas se ha unificado como bien sabrás, todo está diseñado y puesto para que Pro-tools y su cuadrilla de plug-ins funcione. Pero es una maravilla cuando llegas a una sala y te encuentras al menos con una solid state de las pequeñitas para pasar los diálogos, siempre he tenido ese problema con protools y los diálogos, me suenan agresivos, a plástico… pero aquello mismo que te suena horrible por un Pro-tools lo pasas por una mesa de verdad y cambia inmediatamente. Incluso haciendo el experimento de pasar el LCR de diálogos por una mesa sonosax, un mixer SQN, un previo Focusrite transistorizado sientes ese cambio. Pero bueno en las salas es cada vez mas difícil encontrar estas herramientas que te alegraban tanto la vida.

Cuando puedo (y lo hay) uso el cedar para reducir ruidos, tal como hablábamos es una máquina dedicada a eso y solo eso y lo notas.

Respecto a acústicas uso lo que normalmente encuentro activo en las salas, tl space, revibe, altiverb y si hay suerte, tiempo y ganas uso las cámaras de la tc 6000 o la lexicon 300.

Respecto a eq´s el Massenburg me parece muy preciso y efectivo, las eq´s de waves son las mas comunes y por ejemplo en su modo ultranotch para matar alguna frecuencia molesta te ayudan un montón.

Ya hablando de juguetes para diseñar me gusta utilizar (siempre que tenga el tiempo) sintetizadores analógicos, procesadores de efectos analógicos, algún brain de moog, pedales de guitarra eléctrica, ebow, pedales de delay, los procesadores de line 6, theremines, aplicaciones del iphone como la que usamos con Miguel Barbosa en “Arrugas” para hacer el ovni (bebot). Me gustan mucho los experimentos con pure data pero ya llevan mas tiempo y dedicación, hay herramientas infinitas como el super coollider que te permiten crear unas texturas muy buenas, hay un juguete fantástico el “reactable”, un sinte visual de los de la Pompeu Fabra… bueno y puedo quedarme aquí la tarde entera citando cacharros y cosas  pero como digo todo esto requiere de tiempo y realmente lo puedo usar cuando el tiempo y la peli me lo permiten,

En resumen todo este soft/hard y aparatos, son herramientas de trabajo, tal vez no nos hagan mejores o peores sonidistas pero te ayudan mucho… sigo pensando firmemente en que  la potencia de este mundo audiovisual sigue siendo la idea, y el como llevarla a cabo de la manera mas lógica, efectiva y simple posible.

LBS: Algún truco o técnica, o sistema de trabajo que suelas aplicar de manera habitual, en tu trabajo y nos puedas contar.

CG: De partida cuando trabajo como “diseñador” sigo al pie de la letra el concepto del cadáver exquisito, aplicado al mundo sonoro,  imagino todo lo que debe sonar y como  quiero que suene y lo tiro en la sesión… (se que es un concepto que fomenta cierto desorden y anarquía) pero bueno así es… hay amigos que han hecho de mi un ser mas sociable a nivel organizativo Diego Staub y Miguel Barbosa… Después de esto paso a un proceso de ordenamiento de la idea, de todo eso que la película me ha producido vs. aquello que he creado, y lo organizo a la manera de los zurdos…. Después si es un trabajo colectivo lo organizo para diestros….

Muchas veces imagino ese timeline como un pulso (tempo) que la película me ofrece…cuando logras conectar con ese tempo es maravilloso, todo lo que se te ocurre es como añadir movimientos a esa gran sinfonía que es la película.

Me gusta (cuando hay tiempo) tener fotogramas impresos de la película, imágenes que me expresen a nivel global las emociones de las secuencias, muchas veces escribo sobre esas imágenes lo que me producen a nivel sensorial y emocional y sobre esa línea trabajo la construcción sonora. Esta técnica la he utilizado algunas veces también para el foley, sobretodo en las películas de animación cuando hemos querido crear toda una psicología de personajes en películas como “O apostolo” o “Arrugas” con Miguel en el estudio.

LBS: ¿Qué papel juega en Carlos García –el Field Recording- dentro del montaje de sonido, o eres mas partidario de utilizar librerías de audio, dándoles tu estilo claro?

CG: Me gusta utilizar cosas del directo, grabar sonidos en las locaciones, grabar ambientes en todos los formatos que pueda, pienso que todo este trabajo es el que hace que una película sea única a nivel sonoro, volvemos un poco a lo mismo que te contaba antes, lo que debemos perseguir como sonidistas es crear el universo de esa película que estamos haciendo y que sea efectivo, que funcione para lo que la película quiere contar.

Las librerías…….son un mal necesario, al final creo que cada quien va armando su propio banco de sonidos … pero que maravilloso es cuando tienes una peli y tienes el tiempo y el presupuesto para grabar todo lo que se te ocurre y usarlo….a que mola no?…

LBS: Hablemos de tu trabajo como Supervisor de Edición de Sonido en la prestigiosa película –Arrugas- de Ignacio Ferreras. ¿Como nos describirías el mundo sonoro que has creado junto con tu estupendo equipo humano de los -Estudios Cinemar-, para –Arrugas-?, ¿Tenías ya una conceptualización o idealización sonora previa sobre la historia al comenzar los procesos de post-producción o fue creciendo con la post-producción.

Me habías  comentado en una ocasión que se había tratado de una post-producción dura y bella a la vez…

CG: Exactamente así lo recuerdo como un proceso duro y bello…. Me incorporé a “Arrugas” un par de semanas después de terminado el proceso de “Piratas” la serie de telecinco. Esas dos semanas hice un break y me fui al norte de suecia. Un lugar bellísimo, con aquellos lagos interminables, esa luz silente que se apodera de todo y que solo deja escapar a lo lejos de vez en cuando el canto de algún ave estacionaria o los rumores del viento en los árboles. Este estado de paz física  contrastaba con el ruido de mi cabeza hiperrevolucionada aun por aquellos meses de rodaje y post de “Piratas”. Al volver al estudio  ya mi querido amigo y colega Miguel Barbosa había comenzado con el montaje de “Arrugas”, así que definimos las líneas que él había seguido y marcado con Ignacio Ferreras (Director) y me hice cargo de la película en adelante para que él se encargara del foley y otros trabajos. Para aquellos días busqué referencias, melodías, ambientes, películas, personajes en los cuales basar esta construcción sonora.

Películas imprescindibles en la búsqueda sonora de “Arrugas” son “Import-Export” de Ulrich Seidl, con ese pasillo de enfermos terminales y todas sus sonoridades, “Un hombre sin pasado” del gran Aki Kaurismaki, y una joya del director sueco Roy Anderssen “Songs from the second floor”. Estas pelis sumadas a varias visitas a las tascas mas rústicas de Santiago de Compostela, donde siempre se encuentran estos abuelos inmortalizados entre pulpo, mejillón, tortilla y el vino peleón propio de la casa… me dieron muchas ideas sonoras, pero sentía que faltaba el feelling de la peli, asi que con la complicidad de las monjas de un hogar para abuelos grabé casi que un documental sonoro sobre la cotidianidad de estos hogares.  Aquí empezó la parte mas dura, ya que con la excusa de la perdida de la memoria y las facultades mentales, estos abuelos viven realmente en el olvido, muchos de ellos incluso ya estarían muertos de no ser por el esmerado cuidado y el amor que dedican los trabajadores de estos centros. De este hogar salieron muchos de los ambientes que utilizamos en la película. Y en la sala mas dura “la de los terminales” abuelos prácticamente en estado vegetal y que requieren vigilancia permanente, sentí una vocecita desgarrada y débil perdida dentro del ruido de respiradores y las máquinas esas para perpetuar la agonía. Allí apareció doña Rosa Lema, la señora que canta al final de la película y su canción “Adiós que me voy”.  Ella tenía 101 años, era sorda, ciega y no se podía mover, su único contacto con el mundo era cantar las vivencias de su vida. Tras esto sentí que tenía lo que buscaba; pero la sensación de desolación fue grande, solo se me salió del cuerpo cuando ya teníamos todo terminado, y me di cuenta que habíamos logrado con la película ese tributo honesto y respetuoso a los que ahora son y lo que seremos nosotros algún día, viejos.

El final de “Arrugas” fue un poco maratónico por que debíamos llegar a San Sebastián asi que teníamos unos turnos cronometrados con Diego Staub, donde  el mezclaba en las mañanas lo que nosotros terminábamos de ajustar, montar, diseñar y premezclar con Ignacio durante las tardes y las noches.

Siento que “Arrugas” ha sido uno de esos regalos que te da esta profesión y que a cada quien nos tomó en puntos bastante emotivos como persona.

LBS: ¿Cuál ha sido la producción a la que guardas más cariño y te ha gustado especialmente más participar? ¿Y el director?

CG: Cada producción guarda algo especial, este es un oficio que sin pasión, feelling y el alto grado de emotividad propio del arte no tendría sentido.

No puedo decir que guardo el mismo cariño a todas las películas, pero si que cada proyecto en el que he trabajado me ha enseñado mucho, me ha hecho crecer en lo bueno y en lo malo como profesional y como persona.

Hay un proyecto al cual tengo cariño por las condiciones y por una anécdota especial, lo comparto aquí los colegas, fue durante la estancia en Cuba, estábamos finalizando nuestra tesis documental tras la graduación. Por costumbre después del acto de grado la escuela queda vacía, se convierte en un pueblo fantasma. Empezamos a tener la sensación la productora, el director y yo que aquello era lo que había después de la vida…es decir estaba todo tan vació y desangelado que nos dio la sensación de estar muertos y que aquello era el limbo, el cielo, el infierno o ese lugar al que vas cuando te mueres.

Aquel proyecto fue una aventura, iba a ser grabado por 10 músicos, pero para la fecha no había ni combustible, ni luz, ni buses para traerlos desde la Habana, así que nada, me fui mitad en bicicleta, mitad en la carreta del reciclaje. Una vez allí en la escuela nacional de música hubo almas caritativas que grabaron para mi escalas, trozos de melodía que les iba tarareando y así… de vuelta a la escuela de cine cargué todo eso en el Reason y lo manipulé a través de un viejo sintetizador Kurzweill que estaba tirado en una esquina y al  que solo le funcionaban 3 teclas por octava…. El resultado es muy simpático se puede ver siguiendo el enlace:

http://www.myspace.com/kaosyelviento/videos/episodios-sinfonicos/3303066.

Un director y gran amigo con el que me encantaría trabajar de nuevo Jorge Coira,

LBS: Por último Carlo. ¿Un consejo a los maravillosos locos que quieren dedicar sus vidas a la creación del arte del sonido para cine?

CG: El sonido es un estilo de vida, un arte y un oficio, tienes tantas opciones de contar la historia a partir de la sensación sonora como con la sensación visual. No soy muy de aconsejar…pero si le sugiero a los nuevos colegas de oficio que se dejen guiar por el instinto, que aprendan todo lo que puedan de cada sonidista, que no le tengan miedo a probar lo mas extremo o descabellado… que se involucren en cada peli como si fuera la última de su vida y lo disfruten como tal.

LBS: Si quieres añadir algo mas…..

… Una cosa importante, las personas son mas importantes que las películas…

LBS: Muchas gracias por tu tiempo Carlos, un verdadero placer.. y mucha suerte en tus próximos proyectos, los cuales seguiremos muy atentamente aquí, en -LaBobinaSonora-.

oscardeavila@labobinasonora.net
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