Sonoros saludos a tod@s!!!
Nunca he sido demasiado partidario de crear o hacer caso a etiquetas que encasillen a determinados colectivos de artistas dentro de uno o mas géneros cinematográficos. Pero en este caso en concreto debemos de hacer referencia a un «movimiento» o corriente de cineastas gallegos que vienen despuntando desde hace algún tiempo (no son fruto de un solo día): «El Novo cinema galego».
Nombres como los de Lois Patiño (Costa da Morte), Eloy Enciso (Arrainos), Marcos Nine, Juan Lesta y Belén Montero (Feliz 2010) o Xacio Baños (Ser e voltar) o Ángel Santos (Tres fragmentos Eva) entre otros muchos, componen este maravilloso y necesario universo cinematográfico etiquetado como «Novo cinema galego». Un universo que gira alrededor de un cine que no busca límites en sus planteamientos, que se apropia del arte para trasladarlo a la estética, que va a contracorriente… el talento al servicio del arte.
Hace algunas fechas en -LaBobinaSonora- nos deteníamos a analizar una de las obras representativas de esta corriente, como es la reconocida y premiada -Costa da morte-, de Lois Patiño. Y lo hacíamos a través del responsable de su mundo sonoro, el Montador y diseñador de sonido Miguel Calvo.
Hoy nos toca acercarnos al mundo sonoro de otra pequeña joya de este movimiento, la cual está teniendo muy buena acogida por parte de la crítica y festivales, se trata del segundo largometraje del Director Ángel Santos (Dos fragmentos Eva), titulado -Las Altas presiones-.
Según la sinopsis oficial, -Las altas presiones- narra la historia del viaje que realiza Miguel a Pontevedra, su ciudad natal, con el encargo de registrar las localizaciones para una película. Su viaje lo lleva de regreso al lugar en el que creció, al reencuentro con viejos amigos, pero también, a la posibilidad de una nueva relación: Alicia, una joven enfermera que conseguirá apaciguarlo. Miguel tratará de llevar a término su trabajo aunque casi siempre prefiera grabar a los lugareños con los que se encuentra, los movimientos y los rostros de sus amigos, los trenes pasando o el mar.
El mundo sonoro que rodea -Las Altas presiones- ha sido creado por el Sonidista y montador de sonido Xavier Souto, el cual se ha encargado tambien del sonido en producción o directo y que ha estado vinculado al cine de Ángel Santos (al que agradecemos especialmente toda la ayuda prestada en la elaboración de este especial) en el mundo cinematográfico.
Pero antes de entrar de lleno en la entrevista que le realizamos a Xavier Souto hemos pedido al Director de la misma, Ángel Santos que nos trazase unas lineas maestras de lo que para el representa el mundo sonoro de -Las Altas presiones-:
«En la concepción de una película todos los elementos formales, estéticos, caminan en la misma dirección y saber alternarlos cuando es preciso –como los instrumentos en una composición musical– detectando cuando éstos deben tocar la misma melodía o cuando unos deben despuntar sobre otros es una de las labores fundamentales de la dirección. Así, la interpretación, la imagen, el sonido o los espacios en los que sucede la película deben estar en su lugar en cada momento, relevándose en impulsos y tensiones cuando sea necesario.
En este sentido, la concepción sonora de –Las Altas Presiones- caminaba, como los demás elementos de la película, en la consecución de cierto naturalismo (no necesariamente realista) deseado para el conjunto de la película. A partir de cierta voluntad de inmediatez de querencia amateur y trabajando desde lo mínimo en base a una serie de “renuncias”, la preparación precisa de los elementos del rodaje jugaba a ponerse en cuestión desde la propia dirección, proponiendo situaciones que mantuviesen al equipo alerta para poder reaccionar a los estímulos que propone cada escena, cada espacio: rodaje a una o dos tomas; filmar en lugares abiertos, sin control de la figuración; aceptar como un reto la voluntad de atrapar esa luz determinada de la tarde, esa variación interpretativa, ese sonido inesperado, e integrarlos en el conjunto.
En el plano sonoro la premisa era clara: la distancia sonora que marca el valor de plano, otorgando presencia al boom; la renuncia al aparato musical a no ser que emane de la propia escena y, en ese mismo sentido, una clara apuesta por la musicalidad de cada elemento sonoro; el valor expresivo del silencio; las fases de montaje y mezcla de sonido, siempre decisivas y estimulantes, como espacio de creación de un entramado narrativo y expresivo otorgando valor al off como creador de espacios y relecturas de las escenas, tanto a nivel rítmico como estético, etc.
En ese sentido podemos decir que si hay una escena “ejemplar” en la película, en cuanto al tratamiento sonoro, es la de la filmación del concierto de Unicornibot en la que la planificación –esa doble panorámica circular que viaja de los músicos al público– es fruto de una decisión sonora y las conversaciones con el sonidista de la película.»
Ángel Santos (Director y co-guionista de -Las altas presiones-).
WEB OFICIAL -LAS ALTAS PRESIONES-
Comenzamos…